Muchos de los cánceres de riñón no producen ningún síntoma. Por el contrario, otros puede producir dolor, presencia de sangre en la orina o edemas en las piernas, entre otros.
Los pacientes pueden presentar un amplio abanico de síntomas o ser completamente asintomáticos.
Existen una serie de síntomas conocidos como triada clásica de Guyón, caracterizada por dolor en el costado o flanco, presencia de sangre en orina (hematuria) y una masa que se puede apreciar al tacto, también denominada masa palpable. También es posible que se produzcan edemas en las piernas, acumulación de líquido en el abdomen o varicocele, un trastorno que consiste en la dilatación de las venas en forma de cordón que pasan desde el abdomen a los testículos y puede provocar sensación de cosquilleo, pesadez o dolor en los mismos.
Por otra parte, en pacientes con metástasis pueden aparecer diferentes síntomas relacionados con el lugar en dónde se presenten las lesiones. Los sitios más frecuentes son el pulmón, los ganglios linfáticos, los huesos, el hígado y el cerebro.
De forma característica, el cáncer de riñón puede producir distintas sustancias que provocan lo que se conoce como síndrome paraneoplásico. Consiste en un conjunto de síntomas que afectan a los pacientes y que no pueden ser explicados por el efecto local del tumor ni por la elaboración de hormonas propias del tejido del que procede el tumor, sino por sustancias que activan de alguna forma las hormonas. Entre ellos, destacan la anemia, el incremento de los niveles de calcio en la sangre, las plaquetas y los glóbulos rojos.
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