El cáncer renal es más frecuente en hombres que en mujeres. Gracias a los avances en investigación, la supervivencia se ha duplicado llegando a superar el 70%
Es un tipo de tumor más frecuente en hombres que en mujeres, siendo la incidencia en varones un 50% mayor. Ocurre generalmente entre la sexta y la octava década, siendo la media de edad de diagnóstico de 64 años. Suele detectarse de manera localizada en la mayoría de los casos en el momento del diagnóstico. Aproximadamente, la afectación responde a los siguientes porcentajes:
- Enfermedad localizada: 62% de los pacientes.
- Afectación regional (ganglios): 17% de los pacientes.
- Enfermedad metastásica: 17% de los pacientes.
Gracias a los avances en el diagnóstico y el tratamiento, la supervivencia en los últimos 5 años se ha duplicado. Así, en los años 50 se encontraba en torno al 35% y las cifras de los estudios realizados entre 2002 y 2008 sitúan esta cifra en el 71%. El desarrollo de nuevos fármacos más específicos posiblemente aumentará esta cifra en los años venideros.
Existen datos que nos dan información sobre el desarrollo que podría tener la enfermedad. Estos indicadores son los factores pronósticos y nos ayudan a calcular tasas de supervivencia y a predecir el curso de la enfermedad. Son valores estadísticos que se obtienen después de realizar estudios clínicos, es decir, tras analizar poblaciones de pacientes amplias con características similares entre sí.
Los principales factores pronósticos en el cáncer de riñón son:
- Estadio o situación TNM del tumor. Los estadios más precoces (I o II) tienen un mejor pronóstico que los estadios III y estos mejor que los estadios IV (ver sección “Extensión y estadiaje del cáncer de riñón”).
- Patología. Las variantes menos frecuentes como el carcinoma renal medular o el carcinoma de células claras variante sarcomatoide son más agresivos y tienen peor pronóstico. También se ha visto que cuanto mayor sea el grado tumoral, es decir, el número de células cancerosas, el pronóstico es peor.
- Factores clínicos. La presencia de síntomas relacionados con la enfermedad, el diagnóstico de un síndrome paraneoplásico (anemia, hipercalcemia, trombocitosis) o la obesidad son factores de mal pronóstico.
Cuando el paciente tiene metástasis a distancia (estadio IV) existen muchos parámetros clínicos que se asocian con el pronóstico. Los principales factores de mal pronóstico se han obtenido tras analizar la evolución de una serie de pacientes tratados en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (MKCC) y son los siguientes:
- El paciente es incapaz de realizar las actividades diarias sin ayuda.
- Presenta valores de laboratorio de lactato deshidrogenasa (LDH) mayor de 1,5 veces el límite normal.
- Presenta un calcio en sangre mayor de 10 mg/dL.
- La hemoglobina está por debajo de límites normales.
- No se ha podido realizar nefrectomía.
Según la presencia o no de estos factores se puede clasificar a los pacientes de cáncer de riñón metastásico en tres grupos: de buen pronóstico, de pronóstico intermedio y de mal pronóstico.
0 comentatios